miércoles, 11 de enero de 2012

Cambiando el concepto de salud de nuestros hijos

El artículo que os presento hoy ha sido escrito por mi amiga Isabel. Isabel es médico y ginecóloga con una visión holística de la medicina. No nos conocemos personalmente, hemos conectado a través de internet, pero me encantaría conocerla, porque derrocha sensibilidad, ternura y empatía por doquier. Gracias guapa.
Isabel es española, pero afincada en Atenas, y desde el otro lado del mediterráneo nos llega esta reflexión
Aprovecho la ocasión para invitaros a colaborar con el blog con recetas, artículos de opinión, sugerencias... en fin, con lo que se os ocurra. Toda colaboración es bienvenida.

Cambiando el concepto de salud de nuestros hijos
Cuando Odile, me ofreció la posibilidad de escribir algún articulo en su blog,, me sentí muy feliz de poder iniciar un camino juntas, en algo que a ambas nos apasiona como es la salud.

Por eso a mí me pareció que aunque su blog está centrado en aportar valiosísima información para superar una enfermedad como el cáncer, yo acababa de escribir un articulo que no era exactamente sobre cáncer , sino sobre el concepto de salud en los niños, y me parecía muy oportuno exponerlo aquí. ¿Y por qué? Pues veréis cada vez más desde múltiples áreas de la investigación científica como , medicina, biología, agronomía, física, etc, están llegando conocimientos que hablan sobre el peso que tiene en nuestra salud cada uno de los elementos que componen nuestro día a día, es decir los alimentos procesados o ecológicos, transgénicos o no, las sustancias que ingerimos de manera pasiva en los envases de los alimentos, en la pintura de nuestra casa, o en los desinfectantes del agua, en champús y cremas, etc y como todo ello puede estar afectando a nuestro sistema inmune ya desde la infancia, puesto que es nuestro periodo mas sensible y vulnerable.

Por todo ello me parece necesario hacer una reflexión sobre cuales son los problemas más comunes de salud en la infancia y cuales es nuestra manera de enfocarlos y de superarlos. Porque en nuestra vida como seres humanos no podemos olvidar que nuestro presente en cualquier aspecto que estemos revisando es el fruto de nuestras elecciones en el pasado, o lo que es lo mismo nuestras elecciones en el presente están planteando la base nuestro futuro.

Por eso, deseo simplemente que este articulo, os aporte algunas reflexiones sobre las diferentes manera de abordar la salud y la enfermedad y muy especialmente en los niños.


Vivimos tiempos de grandes cambios sociales y por lo tanto difíciles y al mismo tiempo apasionantes, si estamos abiertos a aceptar fluir, a soltar las viejas creencias y abrir la mente a otras posibilidades. Y también por qué no, a atrevernos a romper algunas de nuestras resistencias y dar la cara a nuestros miedos. Sobre todo a empezar a cuestionarnos todas las verdades absolutas, a ser más críticos (no criticones) y a buscar alternativas diferentes a los problemas de siempre, para poder llegar a un destino diferente. Es hora de tomar parte activa en la resolución de nuestros problemas y no esperar a que nos sean solucionados, por alguien que se supone sabe más que nosotros, tomemos cartas en el asunto, busquemos información, alternativas y planteemoslas a los que nos tienen que responder, sean jefes, expertos, gobierno, y también médicos. Porque la salud y el bienestar físico, psíquico, emocional y espiritual es un derecho al que no debemos renunciar. Nadie tiene mas obligación y deber que nosotros de velar por conservarla. 

Y con estas y otras reflexiones resulta que estamos en invierno, con los fríos, las lluvias y con la nieve por caer, por todas partes me voy encontrando niños y también mayores aquejados de las dolencias típicas de esta época invernal. Es como un ritual anual, el superventas de esta época son los antibiótico y los antipiréticos. Y he de decir que se me cae el alma cuando veo a los niños atiborrados de antibióticos, quizás porque lo sufrí como niña y también como madre durante un tiempo. Será por eso que de todos los temas sobre los que podía hablar, este es el primero que quiere ver la luz. 

La verdad es que desde hace algún tiempo incluso desde la llamada medicina oficial, cada vez son más las voces que se escuchan en desacuerdo con la excesiva medicalización de la infancia. Es bastante habitual ver, desde que empiezan los fríos del otoño, a los niños de todas las edades con sus dosis de augmentine o similar y el antipirético de turno. Para desesperación de niños y de padres…. este ritual es difícil de esquivar hasta bien entrada la primavera. Pero parece que poco a poco profesionales y padres van comprendiendo que la mayoría de esas dolencias invernales son fruto de virus, a los cuales los antibióticos no les hace nada y el dar antibiótico por si acaso va disminuyendo, visto los catastróficos resultados. 

Aún sin embargo hay muchos profesionales -y por lo tanto no pueden transmitirlo a la población- que olvidaron cual es el verdadero significado de la fiebre, la tos, los mocos o la inflamación de las amígdalas, etc. Todos son señales de que el cuerpo, a través del sistema inmune se esta defendiendo e inmunizando contra los virus y microbios que nos rodean. Este proceso se ha de producir si queremos tener un sistema inmune fuerte y resistente, porque solo así se entrena y se producen los llamados anticuerpos que son las defensas que generamos. Esta es la única forma de hacer fuerte nuestros mecanismos de defensa. Quisiera añadir también sin entrar en ello de lleno, porque no es de lo que quiero hablar hoy, que los científicos están descubriendo como virus y bacterias lejos de ser ¨el enemigo en las puertas ¨, resulta que son imprescindibles para interactuar con nuestros genes ¡sí! , trabajan con nuestros genes para la evolución de nuestra especie. Es decir virus y bacterias lejos de ser enemigos permanentes están ahí para ayudarnos ha evolucionar. 

Pues bien, lo que hacemos normalmente cuando nuestro cuerpo sabiamente se está defendiendo de esta llamada agresión, es cortar los procesos de curación del cuerpo con antibióticos y antipiréticos y con ello anulamos la posibilidad de inmunización es por eso que los procesos se repiten y repiten y se cronifican muchas veces. En realidad, la subida de la temperatura es la señal de que el cuerpo se está defendiendo bien, para que puedan inactivarse los virus y bacterias por las células encargadas de ello, se necesita una temperatura de 38,5 grados, verdad que todos sabemos que hay que hervir los alimentos, objetos, etc para matar microbios, pues es el mismo mecanismo. Por lo tanto no es malo una subida de temperatura…. esto nos indica que hemos de cuidarnos porque el cuerpo se está defendiendo, y este proceso va a durar, si el cuerpo está sano, unos tres días. Durante ese tiempo lo que hay que procurar es, si el termostato se dispara demasiado como puede suceder con facilidad en los niños, utilizar medidas físicas para que la fiebre vaya bajando, es decir baños con agua caliente a 37 grados, compresas de agua fría en la frente y en las muñecas, estos son medios naturales que desciende los grados a cifras no peligrosas, y que no impiden el trabajo de los leucocitos y los linfocitos esas células que nos defienden. ¿Y qué pasa con la tos y los mocos? pues que de esta manera el sistema respiratorio se desprende de los gérmenes una vez que los ha atacado y elimina las sustancias producidas para aislarlos. 

¿Significa esto que hemos de sucumbir enterrados en ¨mocos¨ o agotados de tanto toser? Pues claro que no, significa que hemos de ayudar al cuerpo a autosanarse, porque para eso tenemos el sistema inmune, si no ¿para qué lo querríamos?. Hemos de colaborar de una manera respetuosa en el proceso, para que se puedan producir los anticuerpos suficientes y esto podemos conseguirlo fácilmente con quedarnos en casa unos días, dormir más, descansar, tomar baños para bajar la temperatura, usar medicinas y herramientas menos agresivas y más con el cuerpecito de nuestros hijos. 

Disponemos de magníficos jarabes o infusiones de plantas, aceites esenciales para dar masajes, remedios homeopáticos, oligoelementos, ya hablaremos de ellos y de la reflexología . De esta última también hablaremos en otra ocasión pero hoy diré que existen multitud de artículos científicos de cómo activa los poderes curativos del cuerpo en grandes y pequeño. Los niños responden de una manera mucho mayor a todas las ayudas, porque aún no poseen una historia larga de intoxicación medicamentosa. Su respuesta a esta terapia es más rápida porque su metabolismo aún es muy activo. Esta es una terapia no agresiva que carece de efectos secundarios. Y al mismo tiempo , como muy bien enseña Angeles Hinojosa (creadora de su método en reflexologia podal infantilles), les estimulamos a tomar conciencia, conocer y ser responsables de su propio cuerpo. Sentando las bases de un correcto cuidado de la salud para su futuro. Este método puede ser aprendido fácilmente por los padres y por lo tanto les permite el poder aplicarlo d e manera independiente y rápida para intervenir en el proceso de curación de sus hijos, sin olvidar algo casi tan importante como la salud de nuestros hijos y es el vínculo afectivo y de cooperación que se crea desde sus primeros años, un regalo que nos quedará para toda la vida. 

"Un hombre demasiado ocupado para cuidar su salud, es como un mecánico demasiado ocupado para cuidar de sus herramientas¨. proverbio español 

Isabel Rosas Alcántara 

Médico generalista y especialista en Obstetricía y Ginecología (Universidad Complutense de Madrid), Master Medicina Biológica y antiaging (Universidad Alcala de Henares de Madrid), Master en Fitoterapia (Universidad Autonoma de Barcelona)Experto en Homeopatia por CEDH. Diplomada en Medicina Biorreguladora y Medicina Funcional (Colegio de médicos de Madrid).Experto en Hipnosis clinica (UNED), Experto professional en Técnicas psicológicas para el control del estres(UNED).