lunes, 8 de abril de 2013

Yogur vegano


Hemos ido viendo en las últimas entradas que la leche es un alimento antinatural para el ser humano y que su consumo se relaciona con la aparición de cáncer, pero la industria láctea nos ha impuesto su consumo y nos vemos incapaces de suspender su consumo. 
Hoy os traigo una alternativa al yogur que podéis preparar en casa. Vamos a preparar yogur vegano con probióticos siguiendo la receta del Blog Cocina Medicina. La receta se basa en fermentar el probiótico con agua y un fruto seco. Los probióticos nos ayudan a regular la flora intestinal y prevenir las enfermedades manteniendo a nuestro sistema inmune fuerte. 
En esta receta añadimos semillas de sésamo y lino, lo que nos va a aportar mucho calcio y omega 3.
El sabor de este yogur es totalmente diferente al convencional, pero está bastante bueno.


Ingredientes:

1 taza de anacardos crudos.
3 cápsulas de probióticos (se abren y se echa solo el polvillo). En cocina medicina usan Acidophilus Ultra que también está libre de lácteos. Yo. usé Acidophilus advanced de Solgar
3 cuch/s de semillas de sésamo crudas
2 cucharadas de semillas de lino
agua

Ingredientes opcionales para los sabores:
orejones
arándanos
moras
piña
fresas
platano
canela
cacao
cáñamo
vainilla en extracto
estevia, sirope de agave,azúcar de coco como endulzantes


Preparación:

Primero debemos dejar toda la noche a remojo los anacardos y las semillas de sésamo y lino. Los ponemos en un bol con agua sin clorar y lo tapamos con un film de plástico. De esa manera activamos las enzimas de estos alimentos y hacemos mucho más asimilables sus proteínas. 

Al día siguiente escurrimos todo bien bajo el grifo con la ayuda de un colador grande. Vertemos en una batidora de vaso y echamos un vaso y medio de agua no clorada junto al polvo de las cápsulas de probióticos.

Batimos hasta formar una crema homogénea. Los probióticos se encargarán de espesarlo y fermentarlo.

Vertemos el contenido en frascos de cristal.  Si se tiene yogurtera se siguen las indicaciones de ésta. Si no introducimos en el horno a 40º.
A partir de las 5 horas ya podemos probar ese yogurt. Si no está suficientemente espeso se pueden dejar más horas. Pero nunca más de 12 o se volvería demasiado ácido.

A partir de aquí se guardarán en la nevera. Después es cosa de vuestra imaginación crear yogures de diferentes sabores añadiendo diferentes frutas, mermeladas, especias como la canela, el cardamomo, o la vainilla, además de diferentes endulzantes. Para eso se trocean, muelen o pican los ingredientes a añadir y se los  echáis al yogurt en el momento de tomarlo. Si lo batís junto con las frutas en la misma batidora se harán más líquidos y perderán la textura cremosa que tanto gusta.

Os recomiendo que añadais platano, pues es un excelente prebiótico y es el completo ideal para mantener sana nuestra flora intestinal.