jueves, 26 de febrero de 2015

Conflicto y salud: en busca de la coherencia emocional

Conflicto y salud: en busca de la coherencia emocional

Fuente Conasi

La Dra. Bárbara Malagón nos explicó que el afecto y las sensaciones de amor y bienestar nos nutren emocionalmente estimulando la secreción de oxitocina y con ello fortalecemos nuestro sistema inmune (entre otros efectos fisiológicos). De igual modo, la situación de conflicto pone en marcha una cascada de sustancias del estrés en nuestro organismo. Coherencia emocional es un estado de congruencia en el que  todos nuestros sistemas biológicos (respiración, digestión, respuesta hormonal e inmune…) están trabajando conjuntamente en armonía, en sincronía con el corazón. Pero en nuestro día a día vivimos muchas situaciones que nos pueden hacer difícil conseguir ese estado de congruencia; de hecho, es muy frecuente estar en situaciones de conflicto que afectan a nuestra nutrición emocional y cómo las vivimos repercute sobre nuestra salud.

¿Qué es la Disonancia Cognitiva?
En psicología, el concepto de disonancia cognitiva hace referencia a la tensión o desarmonía interna del sistema de ideas, creencias y emociones que percibe una persona al mantener al mismo tiempo dos pensamientos que están en conflicto, o un comportamiento que entra en conflicto con sus creencias. Es decir, la percepción de incompatibilidad de dos pensamientos  simultáneos, que además pueden impactar sobre sus actitudes. Dicho de otro modo, cuando lo que decimos, pensamos, sentimos y hacemos no van en la misma dirección…¿¿te suena??



La disonancia cognitiva es la percepción de incompatibilidad de dos pensamientos  simultáneos, que además pueden impactar sobre sus actitudes.

En la década de los cincuenta del siglo XX, el psicólogo estadounidense León Festinger llamó a este proceso disonancia cognitiva (1) y planteó que cuando estamos en incongruencia apreciable, intentamos generar consciente o inconscientemente  ideas, creencias o actitudes nuevas para volver a una “cierta coherencia interna” que nos proteja de las consecuencias de nuestras creencias reales. Muchas investigaciones científicas sucedieron a este postulado.

¿Cómo nos afecta la Disonancia?
La disonancia cognitiva nos afecta a un nivel profundo en la psiquis y esto tiene también repercusiones en nuestro organismo. De la misma  forma que  las emociones positivas  activan cierto circuito neurohormonal (sitema oxitocinérgico) que nos protege mejorando nuestra inmunidad, fuerza y autoconfianza, la disonancia cognitiva activa otras rutas bioquímicas que afectan a nuestra salud porque el organismo actúa como si estuviese en una situación de estrés crónico (2). Se ponen en marcha circuitos de alerta que liberan determinadas sustancias como el cortisol, la DHEA (dehidroepiandrosterona) y citoquinas proinflamatorias (factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α), interleucina (IL-6 e IL-1) que son producidas por las células de la respuesta inmunológica, como los linfocitos y macrófagos).  Todo esto actúa sobre nuestros sistemas de defensa desestabilizándolos y haciéndonos más vulnerables a todo tipo de enfermedades, entre ellas el cáncer.



Desde el campo científico de la Psiconeuroinmunología o psiconeuroinmunoendocrinología (con especial auge en la década de los 90 del siglo XX) se exploran las complejas relaciones entre nuestra mente y los sistemas inmunológico, nervioso y endocrino debido a la importancia que tienen en el mantenimiento de la salud o la aparición de la enfermedad. La enfermedad es la expresión en el cuerpo de estas relaciones.

¿Qué es la coherencia emocional? ¿Para qué sirve?
Parece entonces que el encontrarse en estado de congruencia “siento-pienso-hago” es un facilitador para evitar situaciones de estrés crónico y esto repercute de forma inexorable sobre nuestro organismo. Este estado ideal al que deberíamos tender para mantener nuestra homeostasis o equilibrio interno se llama coherencia emocional o coherencia cardíaca.

La coherencia emocional se produce cuando estamos en armonía.La coherencia emocional o cardíaca es un estado que se produce cuando todos nuestros sistemas biológicos (respiración, digestión, respuesta hormonal e inmune…) están trabajando conjuntamente en armonía, en sincronía con el corazón. Este estado de eficacia biológica se acompaña además de emociones positivas mantenidas, con el impacto regenerador consiguiente sobre nuestra salud. De este hecho habla extensamente Howard Matrin, del instituto Heart-Math (3), dedicado a la investigación en la coherencia cardíaca y a sus aplicaciones en el ámbito de salud. Su trabajo se realiza  alterando intencionadamente el estado emocional de la persona mediante técnicas de focalización cardiaca (Meditación del Corazón) y así se modifican las señales neurológicas ascendentes que van del corazón al cerebro. Según esto cuando las personas experimentan sinceros sentimientos positivos, cuando el ritmo cardíaco se vuelve más coherente, es posible modificar las funciones corticales.

En dicho instituto han desarrollado una tecnología con la que están trabajando dos hospitales españoles: Hospital Ramón y Cajal y Hospital 12 de Octubre. El objetivo es la relajación, el control del dolor, el fortalecimiento del sistema inmunológico y la recuperación en pacientes ingresados.

Estas aplicaciones llegan gracias a las investigaciones en otro campo de la medicina: la Neurocardiología (4). En el año 2010 la Universidad de Oxford compiló una extensa cantidad de estudios de neurocardiología (publicados y aún en experimentación) y lanzó algunas conclusiones muy importantes:

Aproximadamente un 60% de las células del corazón son células nerviosas iguales y con el mismo funcionamiento que las del cerebro; además tienen conexiones directas con el cerebro y estructuras cognitivo emocionales.
El corazón es una estructura glandular endocrina que produce hormonas (como el péptido natriurético atrial o APN), que afectan al cuerpo, al cerebro y a la mente.
El corazón produce 2.5 vatios de energía eléctrica en cada latido creando un campo electromagnético idéntico al campo electromagnético alrededor de la Tierra. El campo electromagnético del corazón rodea el cuerpo hasta una distancia de  aproximadamente cinco metros de distancia y genera ondas de energía como la radio y ondas de luz que constituyen la principal fuente de información sobre la cual el cuerpo y el cerebro construyen nuestra red neural y la percepción del mundo.
Estar bien alimentados emocionalmente y mantener una sincronía en nuestro “sentipensar” parecen tener gran importancia para mantener nuestra salud. Para ayudarnos en esta tarea existen terapias que prestan especial atención al equilibrio energético como llave hacia el bienestar.
Os invito a encontrarnos en el siguiente post donde prestaremos especial atención a una de estas terapias: el Yoga.

“El corazón tiene razones que la razón no entiende”

Y para cerrar este post os dejo con un video de Dr Juan Carlos Durán hablando de Coherencia Cardiaca


Bibliografía:
1. Cheung FY, Cheung RY. Effect of emotional dissonance on organizational citizenship behavior: testing the stressor-strain-outcome model. J Psychol. 2013 Jan-Feb; 147(1):89-103.
PMID: 23472445. PubMed – indexed for MEDLINE
2. Ter Heegde F, De Rijk RH, Vinkers CH. The brain mineralocorticoid receptor and stress resilience. Psychoneuroendocrinology. 2014 Nov 7;52C:92-110.
doi:10.1016/j.psyneuen.2014.10.022. [Epub ahead of print] Review. PubMed PMID:25459896.
3. http://www.heartmath.org/
4. Armour, J.A. Anatomy and function of the intrathoracic neurons regulating the mammalian heart. in: I.H. Zucker, J.P. Gilmore (Eds.) Reflex Control of the Circulation. CRC Press, Boca Raton, FL; 1991: 1–37