miércoles, 30 de octubre de 2013

El día a día de una mujer con cáncer fotografiado por su marido

Hoy me he encontrado con este post en internet y quiero compartirlo con vosotros. Antes de que sigais leyendo quiero advertiros de que las imágenes son duras. Yo he llorado mucho, muchísimo, pensando en que el final de mi historia podía haber sido igual. He dudado mucho si debía publicarlas o no. A mí me gusta transmitir imágenes e historias de esperanza, pero por duro que parezca esta es la realidad para muchos pacientes con cáncer y he decido compartirla para invitaros al final a hacer una reflexión.
Jen fue diagnosticada de cáncer de mama 5 meses después de casarse con el amor de su vida. Durante 4 años se sometió a largos tratamientos de quimioterapia y pasó muchos días hospitaliza. Tuvo enormes dolores crónicos que la obligaron a usar andador.
Su marido quiso fotografiar el día a día de Jen y mostrarlo al mundo. En palabras de Angelo, el marido de Jen:
"Mis fotografías muestran nuestra vida cotidiana. Tratan de humanizar el rostro de cáncer, en la cara de mi esposa. Muestran el reto, la dificultad, el miedo, la tristeza y la soledad a los que nos enfrentamos, más bien a los que Jennifer se enfrentó, mientras luchaba con esta enfermedad. En estas imágenes demostramos nuestro amor. Estas fotografías no nos definen, pero somos nosotros".
Podéis leer más sobre la historia de este bello matrimonio en el blog de Angelo






























Son duras ¿verdad? Algo estamos haciendo mal cuando sólo somos capaces de asociar la palabra cáncer a dolor, a sufrimiento, a lucha, a muerte. Dedicamos mucho dinero a investigación, a buscar nuevos tratamientos, pero no conseguimos que los casos y las muertes por cáncer vayan descendiendo. 
Cuando me dijeron que tenía cáncer y metástasis este tipo de imágenes fueron las que inundaron mi mente. Solo me veía sufriendo, agonizando, calva por la quimio, demacrada por los tratamientos... al igual que Jen. Cuando decidí cambiar mi actitud con la enfermedad todo cambió, pasé de estar enferma a tener una enfermedad,  pasé de luchar contra el cáncer a convivir y aprender de él. No era una batalla y una lucha, era un periodo para replantearme mi vida, una oportunidad para crecer y cambiar. Una oportunidad de decir NO al miedo y SI a la vida a pesar de los prejuicios iniciales asociados a la palabra CANCER. 
Hemos de cambiar nuestra visión de la enfermedad y sobre todo pensar más en prevenir que en curar. Cambiemos nuestra alimentación, nuestros estilos de vida y aprendamos a valorar lo que tenemos, olvidémonos de la ira, de la envidia, del miedo, de las rencillas y disfrutemos de cada inhalación, vivamos cada día como si fuera el último. 
Tengo a Iker entre mis brazos y a Nacho a mi lado, les miro y me siento una mujer afortunada. Hoy me he enfadado por una tontería con Nacho y estas imágenes me han recordado que no vale la pena entristecerse por nimiedades. Hoy estamos aquí, mañana no sabemos. CARPE DIEM