martes, 10 de abril de 2018

Dieta Cetogénica y Cáncer por Jordina Casademunt

DIETA CETOGÉNICA: APLICACIONES TERAPÉUTICAS Y RECOMENDACIONES DIETÉTICAS. Jordina Casademunt (nutricionista)

La dieta cetogénica se empezó a utilizar con éxito a principios del año 1920 para tratar pacientes con epilepsia, pero a raíz del rápido desarrollo de nuevos fármacos anticonvulsivos, esta dieta cayó en desuso hasta que, en el año 1996, gracias a la Sociedad Americana de Epilepsia y a las investigaciones y ensayos clínicos realizados, se volvió a utilizar en varios hospitales, llegando a ser más eficaz en el control de crisis de epilepsia refractaria que muchos de los nuevos fármacos.
Hoy en día se están abriendo nuevas posibilidades terapéuticas de la dieta cetogénica para otras patologías, más allá de la epilepsia refractaria. Algunas de ellas tienen una fuerte evidencia científica, otras, en cambio, empieza a verse una evidencia emergente.

  • ¿En qué consiste la dieta cetogénica?

La dieta cetogénica es una dieta rica en grasas, moderada en proteína y baja en carbohidratos. Cuando se sigue una dieta restrictiva en carbohidratos se consigue un estado metabólico similar al de un ayuno, en dónde el cuerpo produce cuerpos cetónicos (de allí el nombre de dieta cetogénica) como el beta-hidroxibutirato, el acetoacetato y la acetona. Estos cuerpos cetónicos, obtenidos a través de metabolitos de la grasa son utilizados como una nueva fuente de combustible para obtener energía, al igual que la glucosa cuando se sigue una dieta rica en carbohidratos. Para llevar a la práctica una dieta de estas características es muy importante realizarla con la ayuda de un dietista-nutricionista formado en dieta cetogénica.

Las dietas cetogénicas pueden variar en las cantidades de carbohidratos que se permiten. En general para que el cuerpo pueda producir cuerpos cetónicos se estima que la ingesta máxima diaria de carbohidratos debe ser de 60 gramos, aunque también es cierto que encontramos personas que con 100 gramos de carbohidratos al día ya entran en un estado de cetosis. En función de las necesidades personales, ejercicio físico y objetivos terapéuticos de cada persona la restricción de carbohidratos variará entre un intervalo de 12 a 60 gramos de carbohidratos diarios.
En el caso del aporte proteico diario dependerá de la altura, el sexo y la cantidad de ejercicio realizado. Muchas personas piensan que una dieta cetogénica es una dieta rica en proteína pero esto no es así. Comer demasiada proteína puede interferir con la cetosis y generar un aumento de la glucosa en sangre aumentando temporalmente los niveles de insulina en sangre, ya que se activa la gluconeogénesis. El aporte diario de proteína deberá ajustarse entre 1,5-2 gramos por kilo de masa corporal magra.

El reparto de nutrientes, pues, en una dieta cetogénica normalmente se encuentra de la siguiente manera:
- 70-80% de calorías procedentes de grasas
- 20-25% de calorías procedentes de proteínas
- 5-10% de calorías procedentes de carbohidratos
  • ¿En qué casos se utiliza una dieta cetogénica?

Evidencia científica fuerte

1. Pérdida de peso. Existe una fuerte evidencia de que el uso de dietas cetogénicas pensada para la pérdida de peso es eficaz; sin embargo, hay teorías contrastantes con respecto a los mecanismos a través de los cuales trabaja esta dieta: reducción del apetito debido al mayor efecto saciante de las proteínas; reducción de la lipogénesis (síntesis de lípidos) y aumento de la lipólisis (los lípidos del organismo son transformados para producir ácidos grasos y glicerol para cubrir las necesidades energéticas); mayor eficiencia metabólica en el consumo de grasas. (2)

2. Enfermedades cardiovasculares. A pesar de que existen dudas sobre su seguridad a largo plazo y su eficacia en comparación con dietas más variadas, existen estudios que parecen demostrar que la reducción de los carbohidratos a niveles que inducen la cetosis fisiológica puede conducir beneficios significativos en los perfiles de lípidos en sangre. Parece ser particularmente marcado en el nivel de triglicéridos sanguíneos, aunque también se han visto efectos positivos significativos sobre la reducción del colesterol total. También se han observado efectos directos relacionados con una dieta baja en carbohidratos y rica en grasas sobre la síntesis de colesterol endógeno total, al inhibirse una enzima clave en la biosíntesis del colesterol endógeno que se activa con la insulina (un aumento de la glucosa en sangre y consecuentemente de los niveles de insulina, conducirá al aumento de la síntesis de colesterol endógeno).

3. Diabetes tipo 2. La resistencia a la insulina es la principal característica de la diabetes tipo 2. Una característica primaria de la resistencia a la insulina es una capacidad deteriorada de las células musculares para absorber la glucosa circulante. Una persona con resistencia a la insulina desviará una mayor proporción de carbohidratos dietéticos al hígado, donde gran parte de éstos se convertirán en grasa (lipogénesis). Cuando se restringen los carbohidratos de la dieta se reduce la conversión de éstos en grasa, mejorando o desapareciendo los síntomas asociados a la resistencia a la insulina. (2)

4. Epilepsia. Como hemos comentado al inicio, la dieta cetogénica se utiliza desde hace años para el tratamiento de la epilepsia refractaria. Se han llevado a cabo varios estudios para comprender su mecanismo de acción en la epilepsia. Existen varias hipótesis: el efecto anticonvulsivo de los cuerpos cetónicos; una reducción de la excitabilidad neuronal inducida por los cuerpos cetónicos; un efecto inhibidor de la señalización de la vía mTOR (mammalian target of rapamycin), una protein-quinasa que a nivel del sistema nervioso central (SNC) está implicado en varios aspectos del neurodesarrollo como la proliferación y migración celular, la sinaptogénesis y la síntesis de proteínas que regulan la plasticidad y excitabilidad neuronal, afectando a procesos de potenciación a largo plazo que son esenciales en la epileptogénesis, memoria, aprendizaje y conciencia. (2)(3)(4)

La eficacia de las dietas cetogénicas está fuertemente apoyada en una revisión Cochrane reciente en la que todos los estudios mostraron una reducción del 30-40% de las convulsiones en comparación con los controles comparativos y los autores de la revisión informaron que en los niños los efectos eran "comparables a los antiepilépticos modernos". (5)


Evidencia emergente

1. Cáncer. La carcinogénesis es un proceso complejo, multifactorial que involucra múltiples mutaciones que ocurren en el ADN de células normales durante muchos años. Existen pruebas de que la hiperinsulinemia, la hiperglucemia y la inflamación crónica puede afectar el proceso neoplásico a través de varias vías, incluyendo la vía de insulina/IGF-1 que favorecen la promoción y progresión de muchos tipos de células cancerosas.

Hoy en día se ha aceptado como una de las teorías de la génesis del cáncer el “efecto Warburg” (uno de los sellos distintivos del cáncer), dónde se parte de la base que la célula tumoral tiene una disfución a nivel mitocondrial y la energía es generada predominantemente por una alta tasa de glicólisis (la célula tumoral es glucosa dependente) seguida por la fermentación de ácido láctico. Por lo tanto, se ha sugerido que el seguimiento de una dieta muy baja en carbohidratos podría ayudar a reducir la progresión de algunos tipos de cáncer, aunque en la actualidad la evidencia sigue siendo preliminar. (6) (7) (8)

En los años 80 se realizaron estudios en animales en los que se demostraron que una dieta cetogénica era capaz de reducir el tamaño del tumor en ratones, mientras que en investigaciones más recientes se ha observado que dietas altas en grasas y bajas en carbohidratos pueden favorecer la contención del tumor en seres humanos. Existe una evidencia científica emergente prometedora que justifica el establecimiento de ensayos clínicos y una investigación más profunda sobre el tema.
En el caso de paciente oncológico, la dieta cetogénica puede ser interesante en aquellos pacientes jóvenes o de mediana edad con enfermedad activa y motivado para realizar un cambio en su dieta. Es especialmente recomendado en tumor cerebral, cáncer de pulmón, enfermedad metastásica y cáncer de páncreas siempre teniendo en cuenta que deben ser pacientes con un buen estado nutricional. En aquellos pacientes con un índice de masa corporal inferior a 22 no se recomienda realizar este tipo de dieta.

2. Síndrome de ovario poliquístico (SOP). Este trastorno endocrino es común en las mujeres. Entre sus síntomas se encuentra relacionado el hiperandrogenismo, la disfunción ovulatoria, la obesidad, la resistencia a la insulina y baja fertilidad. Independientemente del sobrepeso u obesidad, el hiperinsulinemia y la resistencia a la insulina es una característica muy común que afecta alrededor del 65-70% de las mujeres con SOP. Niveles altos de insulina en sangre están relacionados con un aumento de la estimulación hormonal androgénica. Las mujeres con SOP muchas veces presentan signos relacionados con el síndrome metabólico como la resistencia a la insulina, la dislipidemia y altos niveles de inflamación. Entre los tratamientos sugeridos incluyen aquellos que reducen la resistencia a la insulina y la hiperinsulinemia como son el ejercicio, la dieta y la pérdida de peso (en caso de ser necesario).

3. Enfermedades neurodegenerativas. Se ha propuesto la dieta cetogénica como abordaje terapéutico en enfermedades neurodegenerativas. Entre los mecanismos de acción de una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos se ha observado que: los cuerpos cetónicos actúan como agentes neuroprotectores elevando los niveles de ATP y reduciendo la producción de especies reactivas de oxígeno (ROS) en los tegidos neurológicos, junto con un aumento de la síntesis de mitocondrias, lo que podría ayudar a mejorar la regulación de la función sináptica. También se ha visto un aumento de la síntesis de ácidos grasos poliinsaturados estimulada por la presencia de cuerpos cetónicos, pudiendo tener un papel regulador de la excitabilidad de la membrana neuronal. Por otro lado se ha visto que al reducir el metabolismo de la glucosa a partir de una dieta cetogénica, se activan mecanismos anticonvulsivos y junto con una restricción calórica presenta un efecto neuroprotector, incluyendo una función mitocondrial mejorara y un estrés oxidativo disminuido así como la inhibición de mediadores proinflamatorios, tales como las citoquinas. Algunas de las enfermedades neurodegenerativas que empieza a haber evidencia emergente con la dieta cetogénica son:

4. Enfermedad de Alzheimer. Los pacientes afectados con la enfermedad de alzheimer muestran una mayor incidencia de convulsiones en comparación con personas no afectadas. Existe un posible papel de la dieta cetogénica en la mejora de la clínica de los pacientes con Alzheimer. En estudios con ratones se observó una mejor función mitocondrial y menor estrés oxidativo. También se han observado beneficios potenciales de una dieta cetogénica en enfermos de Parkinson. (9) (9)
Esclerosis lateral amiotrófica (ELA). El deterioro de la función mitocondrial, es decir, la disfunción en la producción de energía, es uno de los factores de muchas enfermedades neurodegenerativas, incluyendo la esclerosis lateral amiotrófica. Estudios en animales revelaron mejoras funcionales cuando se les administró una dieta cetogénica, reportando un menor deterioro de la función motora. (9)

  • Objetivo y beneficios de la dieta cetogénica en el paciente oncológico

El cuerpo, en condiciones normales, utiliza la glucosa (procedente principalmente de alimentos ricos en hidratos de carbono, de ahora en adelante HC) como fuente energética principal. Una dieta baja en HC (máximo de 50 gramos de HC al día) y alta en grasa hace que el cuerpo genere subproductos derivados de las grasas como primera fuente de energía, los llamados cuerpos cetónicos (acetoacetato, acetato, beta hidroxibutirato). El objetivo de la dieta cetogénica es conseguir modificaciones a nivel metabólico, simulando al efecto metabólico que se produce tras realizar un ayuno, para que sea una herramienta nutricional terapéutica con beneficios antiinflamatorios para el tratamiento y prevención del cáncer, así como para enfermedades neurológicas, problemas hormonales y enfermedades cardiovasculares, entre otras.

Entre los beneficios que se ha encontrado tras el seguimiento de una dieta cetogénica son:
- reduce la glucosa en sangre
- mejora resistencia a la insulina
- reduce parámetros de inflamación
- evita la angiogénesis
- incrementa GABA (neurotransmisor)
- Presenta una acción anti-apoptótica (favorece la muerte celular)
- Incrementa niveles de glutatión en células sanas y disminuye niveles de peróxido de hidrógeno
- Incrementa el estrés oxidativo de la célula tumoral

  • ¿Cómo se ve esta estrategia nutricional dentro de la comunidad médica?

Cada vez son más profesionales de la salud que recomiendan este tipo de dieta. A pesar de ello, existe todavía cierto recelo porque todavía no existe suficiente impacto clínico en los estudios científicos para determinar un protocolo de intervención eficaz. A pesar de ello, en la actualidad se encuentran más de 20 ensayos clínicos que están estudiando la eficacia de la dieta cetogénica en paciente oncológico junto con quimioterapia o radioterapia. Entre las conclusiones a las que llega la comunidad médica es que el seguimiento de una dieta cetogénica es un tratamiento seguro y viable a pesar de que todavía existe heterogenidad de los protocolos de la dieta cetogénica y en un futuro se plantean definir intervenciones dietéticas que minimicen la pérdida de peso en el paciente oncológico (una de las preocupaciones principales de esta dieta), definir biomarcadores de eficacia y combinar estrategias que modulen la glucemia dietética con los tratamientos citotóxicos.

  • Recomendaciones dietéticas generales para reducir la fuente de hidratos de carbono de la dieta

A continuación os doy unas recomendaciones generales para reducir el consumo de hidratos de carbono de la dieta:

  • Eliminar el azúcar en todas las formas y presentaciones. Esto incluye zumos de frutas, bebidas deportivas azucaradas, miel, sirope de agave y otros endulzantes. Es importante ir educando el paladar. El único endulzante permitido es la estevia , el eritriol y de vez en cuando el azúcar de coco o el azúcar de palmyra, ambos de bajo índice glucémico.
  • Sustituir las calorías del azúcar, por grasas saludables como: aguacates, aceite de oliva, aceite de coco, Ghee –matenquilla clarificada-, frutos secos y semillas.
  • Reducir el consumo de cereales, en especial del trigo. Los cereales y pseudocereales permitidos de forma ocasional son aquello que presentan un Índice Glucémico (IG) moderado-bajo como son: trigo sarraceno, arroz integral y quinoa.
  • Eliminar los aditivos sintéticos, colorantes y potenciadores del sabor, en especial aquellos nombres presentes en la lista de alimentos que no reconozcas.
  • Consumir pescado salvaje y carne magra ecológica: se recomienda el consumo de pescado salvaje, en especial, pescado azul pequeño (sardina, boquerón, caballa) y pescado blanco (merluza, lenguado, rape, gallo…). En el caso de la carne magra ecológica se recomienda el consumo de: pollo, pavo, conejo. En caso de no comer pescado ni carne, se recomienda el consumo de huevos, tofu y pequeñas cantidades de legumbres.
  • Reducir el consumo de legumbres como garbanzos, lentejas, judías blancas. Se recomienda su consumo en forma de pequeñas cantidades como guarnición de un plato o en forma de germinados de lentejas o garbanzos.
  • Sustituir el consumo de lácteos de vaca (leche, yogures, mantequilla) por los lácteos de cabra u oveja ecológica. El motivo principal es porque la proteína de los lácteos de cabra, oveja o búfala (beta-caseína-A1) se digieren mejor y produce menos problemas intestinales que la proteína de la vaca (beta-caseína-A2)
  • Priorizar las verduras, hortalizas y frutas de procedencia ecológica. La razón principal es para minimizar el efecto acumulativo de sustancias tóxicas como son los pesticidas, y asegurar mayor densidad a nivel nutricional (mayor cantidad de nutrientes antioxidantes por gramos de alimento)
  • Priorizar cocciones como vapor, cocciones realizadas a fuego lento como guisos de verduras, o horno a temperaturas de 180ºC o inferiores. Evitar utilizar el microondas y los fritos.
  • Limitar el consumo de fruta a 1-2 pequeñas porciones al día. Escoger las frutas con bajo contenido en fructosa y alto contenido en antioxidantes como son los frutos rojos: moras, grosellas, arándanos; granada, limón, sandía y manzana. Cabe recordar que la fruta en sí es buena y necesaria para la salud. En el caso de esta dieta sólo se limita para no superar la cantidad de carbohidratos diarios que se recomienda para que el cuerpo pueda cambiar de “moneda energética” y utilice la grasa como principal fuente de energía.
  • Incorporar el hábito de cocinar con especies y hierbas aromáticas: cúrcuma, orégano, perejil, coriandro, tomillo…


Lista de alimentos permitidos en una dieta cetogénica

Huevos ecológicos
Pescado azul pequeño (sardina, boquerón, caballa)
Pescado blanco
Germinados de alfalfa, de brócoli
Hinojo
Alcachofas
Espárragos
Col rizada (kale)
Escarola
Lechuga
Coles de Bruselas
Brócoli
Col
Coliflor
Calabacín
Acelgas
Espinacas
Hojas de remolacha
Puerros
Setas
Diente de león
Rábanos
Macadamias
Mantequilla de macadamia
Almendras
Nueces
Nueces del Brasil
Mantequilla de coco
Cacao crudo 100% puro
Nueces pecanas
Semillas de cáñamo
Semillas de sésamo
Tahín (pasta de sésamo)
Fruta: Aguacate
Aceites y grasas: aceite de coco virgen, aceite de oliva virgen extraído en frío, aceite de lino, de cáñamo, Ghee (mantequilla clarificada), mayonesa casera.
Fermentados: aceitunas. Té Kombucha, quéfir de agua, chucrut

Autora: JORDINA CASADEMUNT Es dietista-nutricionista graduada por la Universitat de Barcelona (CESNID), naturópata y psiconeuroinmunóloga. Puedes consultar con ella en el mail: jcasademunt.consulta@gmail.com



Bibliografía
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2. Paoli a, Rubini a, Volek JS, Grimaldi K a. Beyond weight loss: a review of the therapeutic uses of very-low-carbohydrate (ketogenic) diets. Eur J Clin Nutr [Internet]. Nature Publishing Group; 2013 Aug [cited 2014 Dec 28];67(8):789–96. Available from: http://www.pubmedcentral.nih.gov/articlerender.fcgi?artid=3826507&tool=pmcentrez&rendertype=abstract
3. Sharon S. McDaniel, Nicholas R. Rensing, Liu Lin Thio, Kelvin A. Yamada and MW. The ketogenic diet inhibits the mammalian target of rapamycin (mTOR) pathway. Epilepsia [Internet]. 2011;e7–e11. Available from: http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1046/j.1365-232X.2002.00228.x/full
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5. Lefevre F, Aronson N. Ketogenic Diet for the Treatment of Refractory Epilepsy in Children: A Systematic Review of Efficacy. Pediatr 2000;105;e46 [Internet]. 2000;105(4):1–7. Available from: http://www.kalbemed.com/Portals/6/KOMELIB/NUTRITION/Nutrisi/Nutrisi/Ketogenic diet for the treatment of refractory epilepsy in children.pdf
6. Zhou W, Mukherjee P, Kiebish M a, Markis WT, Mantis JG, Seyfried TN. The calorically restricted ketogenic diet, an effective alternative therapy for malignant brain cancer. Nutr Metab (Lond) [Internet]. 2007;4:5. Available from: http://www.charliefoundation.org/images/open-access/Zhou_Caloric_Rest_KD.pdf
7. Rieger J, Bähr O, Maurer GD, Hattingen E, Franz K, Brucker D, et al. ERGO: A pilot study of ketogenic diet in recurrent glioblastoma. Int J Oncol. 2014;45(6).
8. Lv M, Zhu X, Wang H, Wang F, Guan W. Roles of caloric restriction, ketogenic diet and intermittent fasting during initiation, progression and metastasis of cancer in animal models: A systematic review and meta-analysis. PLoS One. 2014;9(12).
9. Henderson ST, Vogel JL, Barr LJ, Garvin F, Jones JJ, Costantini LC. Study of the ketogenic agent AC-1202 in mild to moderate Alzheimer’s disease: a randomized, double-blind, placebo-controlled, multicenter trial. Nutr Metab (Lond) [Internet]. 2009;6(31):1–25. Available from: http://www.pubmedcentral.nih.gov/articlerender.fcgi?artid=2731764&tool=pmcentrez&rendertype=abstract





Dra. Odile Fernández. Médico de Familia, Superviviente de Cáncer. Autora del blog "Mis Recetas Anticáncer"