jueves, 19 de enero de 2017

Se confirma la relación entre el estrés prolongado en el trabajo y el cáncer

Una exposición prolongada al estrés en el trabajo aumenta las probabilidades de padecer cáncer en  hombres, particularmente cáncer de pulmón, colon, recto, estómago y Linfoma no Hodgkin, según un estudio realizado en Canadá.

Hace tiempo que os vengo hablando de la relación del cáncer con las emociones y el estrés crónico. En un artículo anterior ya vimos que trabajar a turno de noche aumenta el riesgo de padecer cáncer y ahora os traigo un nuevo estudio en el que se corrobora la relación entre el estrés en el trabajo y el riesgo de padecer cáncer. En este estudio se estudió el riesgo de padecer diversos cánceres en hombres y su relación con un estrés laboral mantenido en el tiempo. Se ha comprobado que mantener más de 15 años estrés laboral aumenta de forma importante el riesgo de padecer cáncer de pulmón, colon, recto, estómago y Linfoma no Hodgkin.


Los empleos más estresantes son:  bombero,  ingeniero industrial y aeronáutico,  jefe de taller de automóvil y de equipos ferroviarios. 

Los investigadores han identificado las diferentes percepciones del origen del estrés en el trabajo. El estudio muestra que el estrés percibido no se limita a las exigencias profesionales o a la presión por terminar el trabajo a tiempo sino que áreas como la atención al cliente, las comisiones de venta, las responsabilidades, el temperamento ansioso del trabajador, la inseguridad laboral, los problemas financieros, las difíciles condiciones de trabajo (que incluso pueden ser peligrosas como es el caso de los bomberos), la supervisión de los empleados, los conflictos interpersonales y los problemas de tráfico eran las principales fuentes de estrés para los participantes en el estudio.

¿Qué podemos hacer para manejar ese estrés? Aprender a meditar, practicar el mindfulness, la arteterapia o la relajación muscular progresiva son técnicas que nos pueden ayudar. En estas técnicas me centro en mi nuevo libro MI REVOLUCION ANTICANCER y os muestro que técnicas me han funcionado a mí y a otros muchos enfermos de cáncer. 
En mi caso, la meditación fue de especial utilidad durante mi enfermedad. Aprender a soltar, a relativizar los problemas, vivir el presente, disfrutar del día a día y ser feliz se convirtieron en mi prioridad cuando me diagnosticaron el cáncer. Antes de la enfermedad era una médico estresada que sufría mucho en las guardias por la alta demanda, falta de sueño y ansiedad anticipatoria. En una guardia no sabes si vas a ver un resfriado o a un infarto, a un esguince o un ahogado y eso me generaba mucho estrés. Quizás ese estrés estuvo relacionado con mi enfermedad.

Fuente: Lifetime report of perceived stress at work and cancer among men: A case-control study in Montreal, Canada. Preventive Medicine, Volume 96, March 2017, Pages 28–35. http://dx.doi.org/10.1016/j.ypmed.2016.12.004